La fotografía de fauna es una experiencia llena de emociones y sorpresas. Capturar el instante en que un animal nos regala una mirada intensa o un movimiento fugaz es un reto apasionante. Y si hablamos de fotografía emocionante, no hay nada como el lobo ibérico. En esta ocasión, os llevo conmigo a una jornada inolvidable en el Centro de Conservación de Félix Rodríguez de la Fuente, en plena Sierra de la Culebra.

Llegada al Centro y Primer Contacto

Sábado por la mañana. Mochila lista, cámara en mano y ganas de aventura. Este centro ofrece pases de observación tanto por la mañana como por la tarde, así que decidí aprovechar ambos para tener la oportunidad de fotografiar a los lobos con distintas luces.

Lo primero que sorprende es el sistema de escondites de madera: túneles camuflados que permiten ver sin ser visto. De este modo, los lobos siguen con su comportamiento natural, ajenos a nuestra presencia. Con el corazón latiendo fuerte y los sentidos en alerta, me acomodé y esperé…

(Foto 1: Primer vistazo al escondite y el paisaje de la Sierra)

Encuentro con los Lobos Ibéricos

Los lobos ibéricos (Canis lupus signatus) son una joya de la fauna peninsular. Su nombre científico «signatus» significa «marcado», debido a las manchas oscuras en sus patas delanteras y la franja negra en su cola.

No tardaron en aparecer. Primero, sombras esquivas entre los árboles. Luego, una mirada curiosa. Y por fin, un lobo en todo su esplendor emergiendo entre la maleza.

Los cuidadores los alimentan a distancia, así que fue cuestión de minutos para verlos en acción. La manada comenzó a interactuar: juegos, marcajes de territorio y códigos de comunicación fascinantes. ¿Sabías que los lobos tienen hasta 11 tipos diferentes de aullidos para expresar emociones y advertencias? Cada sonido es una pieza clave en su vida social.

Un Centro de Conservación Fundamental

Este lugar no solo nos regala la oportunidad de observar a los lobos de cerca, sino que también cumple una labor vital en su conservación. Durante décadas, el lobo ibérico ha sido perseguido, pero gracias a esfuerzos como el de este centro, su situación está mejorando.

Los lobos son esenciales para el equilibrio del ecosistema: regulan las poblaciones de herbívoros y ayudan a mantener la biodiversidad. Sin ellos, el paisaje cambiaría drásticamente.

La Magia de la Sierra de la Culebra

Esta zona de Zamora es uno de los mejores lugares para ver lobos en libertad en Europa. Bosques densos, colinas ondulantes y una fauna rica la convierten en un paraíso para naturalistas y fotógrafos. Aquí también habitan ciervos, corzos, jabalíes y hasta el escurridizo gato montés.

Si queréis fotografiar lobos aquí, el amanecer es vuestro mejor aliado. La luz dorada de la mañana transforma el paisaje y resalta cada detalle del pelaje de estos magníficos animales. Además, a esas horas suelen estar más activos, lo que multiplica las oportunidades de capturar momentos inolvidables.

La Ruta Hacia el Último Punto de Observación

El centro cuenta con varios puntos de observación, pero el último es solo para los más preparados. Una caminata exigente nos lleva a una posición elevada desde la que se divisa todo el entorno. Llegar cuesta, pero la recompensa es inigualable. Desde allí, con la cámara lista y el corazón en vilo, capturé una de mis mejores fotos del día.

Conclusión: Una Experiencia para Repetir

La jornada en el Centro de Conservación de Félix Rodríguez de la Fuente fue mucho más que una sesión fotográfica; fue un encuentro con la esencia misma de la naturaleza. Si sois amantes de la fauna y la fotografía, este es un destino imprescindible.

Podéis ver más fotos de esta experiencia y otras aventuras fotográficas en mi Instagram: @cristianaller. ¡Nos vemos en la próxima expedición!

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