
¡Osos, nieve y paciencia infinita: Mi aventura fotográfica en Somiedo!
El Parque Natural de Somiedo es uno de esos lugares que te hacen sentir pequeño ante la inmensidad de la naturaleza. Con sus montañas escarpadas, valles verdes y lagos cristalinos, es el escenario perfecto para cualquier amante de la fotografía de naturaleza. Y yo, con mi cámara en mano y el corazón lleno de ilusión, llegué el Jueves Santo dispuesto a cumplir un sueño: fotografiar al majestuoso oso cantábrico.
Mi base de operaciones fue el Hotel Mirador del Oso, un alojamiento rural con vistas que quitan el hipo. Desde allí, cada mañana salía con mi equipo dispuesto a explorar los rincones más salvajes de Somiedo. El hotel, además de ser cómodo y acogedor, está estratégicamente ubicado para quienes buscan avistamientos de osos y otras especies de la fauna de la Cordillera Cantábrica.

Día 1: Rebécame mucho
El primer día lo dediqué a explorar los alrededores y hacer mi primera espera en uno de los miradores especializados para observar osos. Las esperas son una parte fundamental de la fotografía de animales en libertad. Básicamente, te sientas, te abrigas (mucho) y esperas a que la naturaleza te regale un momento mágico. Ese día, el único que posó para mí fue un rebeco, un simpático habitante de estas montañas. Aunque no era el oso que buscaba, fue un buen calentamiento.

Día 2: Siguiendo pistas de lugareños
El segundo día decidí seguir las indicaciones de los lugareños, quienes parecen tener un sexto sentido para detectar osos. Recorrí varios pueblos del Valle de Somiedo, como Pola de Somiedo, Gua y Villar de Vildas, preguntando por avistamientos recientes. La gente es muy amable y siempre dispuesta a ayudar, aunque a veces las pistas llevaban a más rebecos (sí, otra vez ellos).

Día 3: Nevadas épicas en los Lagos de Saliencia
El sábado, decidí cambiar de estrategia y me aventuré a los Lagos de Saliencia, una de las rutas de senderismo más espectaculares de Somiedo. La caminata fue una experiencia inolvidable, pero lo que realmente me dejó sin palabras fue la nevada que cayó ese día. Las montañas se cubrieron de blanco, los lagos se congelaron parcialmente y el paisaje se transformó en un escenario de película. Aunque no vi osos, las fotos que conseguí de los lagos y las montañas nevadas fueron impresionantes.


Día 4: ¡El oso cantábrico aparece!
El domingo, último día del puente, amanecí con una mezcla de esperanza y resignación. Sabía que era mi última oportunidad para fotografiar al oso cantábrico. Seguí las indicaciones de un pastor que me dijo haber visto una osa cerca de un bosque en la zona alta del valle. Me instalé en un mirador, preparé mi cámara y esperé.
Y entonces, como si fuera un regalo de la naturaleza, apareció. Una hembra de oso cantábrico emergió entre los árboles, moviéndose con una elegancia y tranquilidad que me dejó sin aliento. Ajusté rápidamente los parámetros de mi cámara y disparé. El sonido del obturador parecía un eco en medio del silencio del valle. Conseguí varias tomas antes de que desapareciera entre la espesura. Fue un momento mágico, el premio a días de paciencia y esfuerzo.




Consejos para fotografiar fauna en Somiedo
Si estás planeando una aventura similar en el Parque Natural de Somiedo, aquí tienes algunos consejos que te serán útiles:
- Paciencia: La fotografía de animales en libertad requiere tiempo. No te desanimes si no ves osos de inmediato.
- Habla con los lugareños: Ellos conocen mejor que nadie el terreno y los hábitos de la fauna.
- Equípate bien: El tiempo en la montaña es impredecible. Lleva ropa de abrigo, calzado adecuado y baterías extra para tu cámara.
- Respeta la naturaleza: Mantén la distancia con los animales y no interfieras en su comportamiento.
- Disfruta del proceso: Aunque no consigas la foto que buscas, el simple hecho de estar en un lugar como Somiedo ya es una experiencia increíble.
Reflexión final
Mi aventura en Somiedo fue una montaña rusa de emociones: desde la frustración de no ver osos los primeros días hasta la euforia de capturar a la hembra de oso cantábrico en mi último intento. Este viaje me recordó que la fotografía de naturaleza no es solo sobre capturar imágenes, sino sobre conectar con el entorno y respetar sus ritmos.
Si te animas a visitar el Parque Natural de Somiedo, te aseguro que no te arrepentirás. Ya sea por los paisajes, la fauna o la tranquilidad que se respira, este lugar es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
¿Y tú? ¿Has tenido alguna experiencia similar buscando fotografiar animales en libertad? ¡Cuéntamelo en los comentarios! 🐻❄️📸
Podéis ver más fotos de esta experiencia y otras aventuras fotográficas en mi Instagram: @cristianaller. ¡Nos vemos en la próxima expedición!
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